En los últimos años, el tema del seguro escolar ha cobrado gran relevancia entre las familias con hijos en edad escolar. Ya sea en escuelas públicas o privadas, muchas instituciones han empezado a solicitar este tipo de protección como requisito, o bien, a ofrecerlo como parte de su servicio educativo. Pero, ¿realmente sabes qué es un seguro escolar?, ¿cuánto cuesta?, ¿es obligatorio?, ¿qué cubre en caso de accidente?
En este artículo resolveremos todas tus dudas para que puedas tomar una decisión informada y dar un paso más hacia el bienestar y la seguridad de tus hijos en su día a día escolar.
El seguro escolar es un tipo de póliza diseñada para proteger a los estudiantes durante el tiempo que permanecen dentro de la escuela, durante eventos escolares o en el trayecto de ida y vuelta. Está pensado para cubrir principalmente accidentes escolares, aunque algunos seguros incluyen también atención médica general, asistencia psicológica y, en casos más completos, hasta cobertura por fallecimiento accidental.
Se trata de una herramienta de prevención y apoyo para las familias, especialmente útil en caso de caídas, golpes, fracturas, heridas, desmayos o cualquier otro tipo de emergencia que ocurra mientras el alumno está bajo la responsabilidad de la institución educativa.
La cobertura de un seguro escolar varía dependiendo de la compañía aseguradora y del tipo de plan contratado. Sin embargo, los seguros escolares básicos suelen incluir:
Algunas aseguradoras también incluyen beneficios como atención odontológica por traumatismos dentales, apoyo psicológico postaccidente y atención telefónica 24/7.
Una de las principales ventajas del seguro escolar es su bajo costo en comparación con otras pólizas médicas. El precio puede variar según la aseguradora, la cobertura y el número de alumnos asegurados, pero en general, estos son los rangos para 2025:
Muchas escuelas incluyen este seguro dentro del pago de inscripción o colegiatura, por lo que puede pasar desapercibido. Sin embargo, en otras instituciones, se solicita como un requisito aparte y se ofrece una lista de proveedores recomendados.
En México, el seguro escolar no es obligatorio por ley, pero sí puede ser obligatorio por reglamento interno de cada escuela, sobre todo en instituciones privadas. Esto significa que si la escuela donde estudia tu hijo así lo establece, deberás contratar uno o verificar que ya esté incluido en la colegiatura.
En el caso de escuelas públicas, algunos estados o municipios ofrecen seguros escolares de forma gratuita, especialmente cuando hay convenios entre la SEP y aseguradoras. También existe la posibilidad de que los alumnos estén cubiertos por programas de salud pública en caso de accidente.
Contratar un seguro escolar no requiere procesos complicados ni estudios médicos. En la mayoría de los casos solo necesitas el nombre completo del alumno, su CURP, la escuela a la que asiste y el grado escolar.
Puedes contratar un seguro escolar en:
Si no sabes por dónde empezar, lo ideal es preguntar en la misma escuela si tienen recomendaciones o acuerdos con alguna aseguradora.
Si tu escuela lo exige y no lo contratas, podrían no permitir la inscripción o participación en ciertas actividades (salidas, eventos, talleres). Además, en caso de accidente, los gastos médicos correrán completamente por tu cuenta, lo que puede resultar costoso.
Por otro lado, si la escuela no lo exige, pero decides contratarlo por tu cuenta, estarás brindando una capa extra de protección a tus hijos sin necesidad de invertir grandes cantidades de dinero.
Imagina que tu hijo se cae durante una clase de educación física y se fractura un brazo. Si no tienes seguro escolar, deberás llevarlo a un hospital privado, donde solo la consulta y radiografía podrían costarte más de $1,500 pesos, sin contar el yeso, medicamentos o seguimiento.
Con un seguro escolar:
Otro caso: una niña resbala en el baño escolar y se golpea un diente. El seguro cubre la consulta odontológica, la reparación dental y la atención especializada sin costo adicional para la familia.
Te compartimos algunos puntos clave para elegir bien:
El seguro escolar es una herramienta accesible, económica y muy útil para cuidar la salud y el bienestar de tus hijos mientras están en la escuela. Aunque no siempre es obligatorio, su contratación puede marcar una gran diferencia en momentos críticos.
Por un costo relativamente bajo al año, puedes garantizar atención médica de calidad en caso de accidentes, y evitar preocupaciones mayores cuando ocurre un imprevisto. Ya sea que la escuela lo exija o que tú lo contrates por decisión propia, contar con este respaldo es una forma de cuidar a quienes más amas.
Si aún no lo has contratado, investiga con la escuela si lo requieren o si puedes incluirlo por tu cuenta. Es una inversión inteligente y una muestra de responsabilidad como padre o madre.