Cómo hacer un resumen para niños de primaria

Cuando se habla de un resumen quiere decir resaltar o subrayar lo más importante de una lectura sobre algún tema, materia o asunto, y que con leer las palabras específicas se pueda entender de una forma clara simple y sencilla el tema preciso del que se está hablando.

Normalmente esta actividad se usa mucho en clases, pero de igual manera sirve en general para todo, ya que nos habla de marcar lo que más importa de un texto para después redactarlo de una manera más corta y entendible.

Puedes tomar la información de algo que leíste, escuchaste o aprendiste y contarla de una manera más corta y sencilla. Es como decir solo las partes más importantes de una historia o de una explicación, para que sea fácil de recordar y de entender. No se trata de repetir todo, sino de elegir lo más importante y contarlo con tus propias palabras.

El ejemplo más claro que se puede utilizar para hablar del resumen en este caso será de la caricatura Phineas y Ferb, la cual trata de unos hermanos muy ingeniosos y en sus días de vacaciones hacen nuevas ideas creativas para divertirse, el resumen de este programa es que cuando su hermana mayor que es Candace quiere que su mama los descubra para ponerles un castigo al crear sus planes ingeniosos, pero por cualquier motivo nunca los alcanza a ver y siempre desaparece todo lo construido por ellos al momento que su mama llega a casa.

Hacer un resumen nos ayuda a recordar mejor lo que leímos o escuchamos. También sirve para compartir lo que aprendimos con otras personas de una manera clara y rápida. En lugar de repetir todo lo que decía un cuento de muchas páginas, solo contamos lo que realmente pasó, quiénes estaban ahí, qué hicieron, dónde sucedió y cómo terminó todo. Así, quien nos escucha entiende la idea principal sin necesitar todo el cuento completo.

Para poder hacer un resumen, primero tenemos que poner mucha atención a lo que estamos leyendo o escuchando. A veces ayuda subrayar o marcar lo que nos parece más importante. Si todavía no escribimos mucho, podemos hacerlo hablando: contarle a alguien lo que entendimos, usando nuestras propias palabras. Lo bonito de los resúmenes es que nos hacen pensar, nos hacen entender mejor y nos enseñan a explicar lo que pasa en un texto o historia.

Cuando vas a hacer un resumen, lo primero que necesitas es pensar en qué pasó primero, qué pasó después y cómo terminó todo. No necesitas escribir todos los diálogos ni cada detalle pequeñito. Solo piensa en quiénes eran los personajes principales, qué querían lograr y si lo consiguieron o no. También puedes pensar en cuál fue la idea más importante de todo lo que leíste.

Otra cosa importante del resumen es que siempre debe estar escrito o contado con nuestras propias palabras. No se trata de copiar tal cual lo que decía el texto, sino de contar lo que tú entendiste. Es como si tuvieras que explicarle el cuento o la historia a un amigo que no lo leyó. ¿Qué le dirías? ¿Cómo se lo contarías para que lo entienda? Eso es lo que debe tener un buen resumen.

Hacer resúmenes también es una gran herramienta cuando estudiamos. Si estamos leyendo un tema de ciencias, de historia o algo que queremos aprender, hacer un resumen nos ayuda a quedarnos con lo que realmente importa. Así podemos estudiar mejor y recordar las cosas con más facilidad.

Algunas veces los resúmenes pueden ser muy cortitos, de solo una o dos oraciones, y otras veces un poquito más largos. Todo depende de lo que estemos resumiendo.

Si es una historia muy sencilla, el resumen también será corto. Pero si es algo más largo, el resumen puede tener más información, siempre y cuando solo pongamos lo necesario.

No importa si al principio cuesta un poco. Aprender a hacer resúmenes es algo que se logra con práctica. Cada vez que lo intentamos, mejoramos. Poco a poco aprendemos a ver qué partes del texto son las más importantes y cuáles podemos dejar fuera sin que se pierda el sentido. También aprendemos a expresarnos mejor y a usar nuestras palabras con más claridad.

Una forma bonita de practicar es leer un cuento corto con mamá, papá o con la maestra, y luego contar de qué trataba. No hace falta escribir mucho ni usar palabras difíciles. Solo decir con claridad lo más importante: qué pasó, quién lo hizo y cómo terminó.

Otra forma divertida es usar dibujos. A veces, en lugar de escribir un resumen, podemos hacer un dibujo que muestre las partes más importantes de la historia. Esto también ayuda a que entendamos mejor y podamos contar el resumen después.

Recuerda que un buen resumen no es solo decir menos, es decir lo justo y necesario. Es como tomar los ingredientes principales de una receta. Si dejamos fuera algo esencial, el platillo no sabe igual. Pero si usamos solo lo necesario, queda perfecto.

Hacer resúmenes no solo es útil en la escuela. También sirve en la vida diaria. Cuando quieres contarle algo a tus papás que pasó en el día, haces un pequeño resumen. No les cuentas cada minuto de tu día, solo lo más divertido o importante. Eso ya es hacer un resumen, aunque no te des cuenta.

Los resúmenes también nos ayudan a pensar con más claridad y a aprender a contar historias de manera ordenada. Nos enseñan a organizar nuestras ideas, a recordar lo que leemos y a compartir lo aprendido con los demás.

Ahora que sabes que es un resumen, puedes pensar por ejemplo, en tu película favorita y escribe un resumen sobre ella, recuerda que solo son las cosas importantes y que te hagan entender de qué trata y llegar al final de una manera más corta y clara.

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